Quilmes derrotó anoche como visitante por 2 a 0 a Instituto de Córdoba, en el partido que abrió la 36ta fecha del torneo de la Primera “B” Nacional. Los dirigidos por Omar De Felippe jugaron un gran partido, sobre todo en el segundo tiempo, cuando se pusieron en ventaja con una gran jugada colectiva y después manejaron el juego a su antojo.
Una vez más dio el batacazo. Como en el 2010 cuando consiguió el ascenso a Primera División, Quilmes volvió a dar la nota en Córdoba y le ganó a Instituto, quitándole el invicto que La Gloria tenía como local. Con un planteo inteligente, con gran concentración y mucha inteligencia, los dirigidos por Omar De Felippe manejaron bien la pelota de a ratos, fueron efectivos en ataque en la segunda etapa y supieron manejar los tiempos del encuentro cuando estuvieron en ventaja. Gran triunfo para seguir soñando.
El partido comenzó con el local tomando la iniciativa. Instituto iba con todo, por derecha, por el medio y por izquierda, pero carecía de profundidad. Con el correr de los minutos, Quilmes le fue tomando la mano, empezó a presionar bien arriba, sobre la salida del conjunto cordobés, y en más de una ocasión le causó un dolor de cabeza a su rival. Por momentos, la presión y asfixia constante del Cervecero permitía que la pelota terminara descansando en Miguel Caneo y en los delanteros, que tuvieron mucha movilidad. El partido se hacía dinámico, de ida y vuelta, pero casi sin situaciones de gol, ya que ninguno acertó en los últimos metros. Las únicas jugadas claras llegaron por remates de media distancia. A los 16 minutos llegó Quilmes, con un disparo de Martín Cauteruccio desde el borde del área, y la pelota salió cerca del palo derecho. Un rato más tarde, el que llegó fue Instituto, con un remate de afuera de Franco Canever, y la pelota se fue apenas arriba. Con la presión en ataque y la marca de Pablo Garnier en el medio, el local no pudo generar juego. Quilmes, intentó con alguna de Caneo, o buscando sorprender con los laterales largos de Ernesto Goñi, pero siempre se mostró seguro el arquero Julio Chiarini. Así, pasaron los minutos hasta que se terminó el primer tiempo. La igualdad parcial estaba bien, porque ambos tuvieron el dominio por momentos pero prácticamente no generaron situaciones de gol.
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