Lanús y Tigre se enfrentaron en la mañana del sábado en lo que en principio se planeaba como un partido amistoso. Sin embargo, todo terminó en escándalo. Hubo piñas, un jugador del Matador debió ser trasladado a una clínica y la dirigencia del Granate decidió que Leandro Díaz no juegue más en el club.

Tras la victoria 1-0 del equipo de Mauricio Pellegrino en el Predio Lionel Andrés Messi, el segundo encuentro estaba pronto a finalizar sin goles cuando el Loco tuvo un encontronazo con un juvenil del Matador de Victoria y le arrojó una patada cuando este cayó al césped.

Alan Barrionuevo reaccionó de inmediato en ayuda de su compañero y, sin mediar palabra, Díaz le pegó una trompada. Con el defensor herido, el bochorno en Ezeiza fue absoluto.

A raíz del golpe, Barrionuevo fue llevado a un nosocomio cercano para ser revisado y curado por un médico. 

Tras haber pedido que continúe en el club, Pellegrino y los popes de Lanús decidieron dar por finalizado el ciclo de Leandro Díaz en la institución: deberá buscarse club o trabajará con la Reserva.