El Vínculo entre Racing y Juan Fernando Quintero estaba cada vez más tenso: las idas y vueltas entre el club y el colombiano, decidido a seguir con su carrera en su país por temas familiares, obligaron a una resolución urgente.
Al cabo, como se esperaba, el mediocampista dejará la Academia y se convertirá en refuerzo de América de Cali.
Ocurrió que el club de Avellaneda aceptó la oferta del equipo colombiano por dos millones y medio de dólares netos, en una venta que virtualmente representaría los cuatro millones de dólares: Racing le debía al jugador un millón y medio, correspondiente al año que le quedaba de contrato, una cifra que no abonará.
América de Cali había ofertado en un principio apenas un millón de dólares, un número de ribetes menores en torno a un dato de la realidad: Racing no tenía intenciones de desprenderse de Quintero, la figura rutilante en la última conquista de la Copa Sudamericana.
Después la propuesta ascendió a dos millones, para finalmente quedar en una tercera opción de dos millones y medio, sin abonar la deuda al jugador, que aceptada por la cúpula dirigencial de Racing.
