Huracán se quedó con un triunfo clave por 1-0 frente a Platense en el Tomás Adolfo Ducó. Una tijera espectacular de Eric Ramírez liberó el sueño del Globo, que buscará coronarse ante Vélez, en una definición con sabor a revancha tras lo sucedido en 2009..

¿Qué necesita para ser campeón? Está obligado a vencer al Fortín en Liniers y esperar a que Talleres pierda frente a Newell's. Si los cordobeses empatan, la diferencia de gol definirá el certamen.

El equipo de Kudelka dominó la primera mitad, aunque le faltó claridad de cara al arco rival para ponerse en ventaja. Primero, Juan Pablo Cozzani atoró bien a Walter Mazzanti para cortarle un mano a mano y después Wanchope Ábila definió desviado cuanto todo Parque Patricios se disponía a festejar.

En el comienzo del complemento, el Globo puso contra las cuerdas al Calamar. A los 51' Mazzanti llegó al fondo y metió el centro al corazón del área chica para la llegada de Wanchope, que increíblemente cabeceó afuera.

Platense también tuvo su oportunidad. Leonel Picco capturó un despeje en la puerta del área y con Hernán Galíndez fuera del arco, remató por arriba del travesaño.

A los 67' los de Kudelka jugaron rápido un lateral y con la visita mal parada defensivamente, Ábila volvió a quedar de frente al arco. Sin embargo, nuevamente fallaría en la definición.
 
Cinco minutos después la historia volvió a repetirse con otro final. Un lateral no encontró respuestas defensivas del Marrón, Cozzani no despejó y tras picar en el área chica, Eric Ramírez ensayó una tijera espectacular para conectar la pelota, abrir el marcador y desatar la locura en el Ducó.

Huracán resistió los últimos minutos los ataques desesperados de Platense, que también necesitaba sumar de a tres pensando en la posibilidad de clasificar a la Copa Sudamericana. 

El pitazo final derivó en el desahogo definitivo de la gente del Globo, que sueña con el título y tomarse revancha de la "final" perdida ante Vélez en 2009, también en el José Amalfitani.